Conjuntamente con la Dirección de Asuntos Políticos del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria – Cascos Blancos- del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto (MRECIC) de Argentina, el Foro de Consulta y Concertación Política del MERCOSUR, así como la Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Gestión Integral de Riesgos de Desastres del Mercosur (RMAGIR), el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), inició este martes el «Taller para la construcción de lineamientos estratégicos para la gestión del riesgo de desastre en América Latina y el Caribe», dictado para más de 40 funcionarios de Argentina.
El Secretario Permanente del SELA, Embajador Clarems Endara, destacó que América Latina y el Caribe es una de las regiones más afectadas por eventos catastróficos derivados de fenómenos climáticos y meteorológicos, con altos costos en vidas humanas y en materia económica. “Esta realidad nos obliga a acompañar los procesos de creación de políticas que fortalezcan la gestión integral del riesgo y establezcan mecanismos de alerta temprana que ayuden a identificar los riesgos sistémicos”, precisó.
“Tenemos el deber de buscar la manera de minimizar los costos de los desastres en materia de infraestructura y, especialmente, en los sistemas productivos que se ven seriamente complicados con los desplazamientos de la población y la incertidumbre de la seguridad alimentaria generados por los efectos que los fenómenos hidrometeorológicos producen en los ecosistemas y el medio ambiente”, agregó.
En tal sentido enfatizó que no es suficiente contar con instrumentos nacionales y subregionales en materia de gestión del riesgo de desastre, sino que es necesario incorporar los preceptos del marco de Sendai con un enfoque de región, con especial énfasis en los aspectos de protección social, la reactivación de la economía y la transferencia financiera del riesgo.
“En la Secretaría Permanente del SELA hemos tomado en cuenta estos aspectos y por eso nos hemos abocado en presentar un Diagnóstico base para la definición de unas líneas estratégicas que orienten la elaboración de un Protocolo en materia de gestión integral del riesgo de desastres de conformidad con los lineamientos aprobados por nuestra membresía de cara al Plan de Trabajo 2022-2026”, detalló el Embajador Clarems Endara.
El propósito de un instrumento como el Protocolo es cimentar las bases para la integración y participación de las estrategias nacionales y subregionales de reducción del riesgo de desastre (RRD), como una contribución a la sistematización e identificación de estándares universalmente aceptados y compartidos, para aumentar y fortalecer la resiliencia de las naciones y las comunidades latinoamericana y caribeña ante el riesgo de desastre.
“Nuestro deseo es generar espacios permanentes de discusión y capacitación sobre el estado del riesgo en América Latina y el Caribe y sus principales desafíos en el contexto de la recuperación post pandemia. La finalidad de estos encuentros es brindar recomendaciones en la gestión integral del riesgo y determinar las oportunidades que podríamos tener para lograr que esas recomendaciones lleguen a incorporarse en las políticas públicas de nuestras respectivas membresías”, puntualizó.