La actividad de servicios en Brasil aumentó en febrero, expandiéndose a su tercer ritmo más rápido desde que comenzó los registros comparables hace una década, para elevar la actividad por encima de los niveles prepandémicos de febrero del año pasado, cifras oficiales el jueves.

Las serán bien recibidas por los legisladores como evidencia de que la economía estaba firmemente en el camino antes correcto de que una segunda ola mortal de la pandemia de COVID-19 golpeara al país, y podría aliviar las preocupaciones sobre la contracción de la economía en el primer trimestre.

«El sector de servicios creció un 3,7% en febrero ajustado estacionalmente», dijo la agencia gubernamental de estadísticas IBGE, más del doble de la estimación mediana de una expansión del 1,5% en una encuesta de la agencia internacional de noticias Reuters a economistas.

Fue el noveno mes consecutivo de expansión, dijo el IBGE, y el tercero más grande desde que comenzó la serie en 2011. La producción del sector de servicios en febrero cayó un 2,0% sin ajuste estacional respecto al año anterior.

Los servicios representan alrededor de dos tercios de toda la actividad de la economía brasileña. Aunque el sector ya ha recuperado el terreno perdido desde el inicio de la pandemia en febrero pasado, sigue siendo un 10,8% menor que su pico de 2014.

Los cinco subsectores encuestados crecieron en febrero, dijo el IBGE, liderados por un crecimiento del 4,4% en transporte y servicios relacionados. Este segmento creció 8.7% en los primeros dos meses del año y ahora es 2.8% más grande que su nivel prepandémico de febrero del año pasado.

“Lo más destacado fueron los servicios de logística debido al aumento de las exportaciones de petróleo y agroindustria, y al crecimiento de las ventas en línea durante la pandemia”, dijo el gerente de encuestas del IBGE, Rodrigo Lobo.

Los servicios prestados a los hogares, incluidos restaurantes y hoteles, aumentaron un 8,8% en el mes. Ese fue el mayor aumento de un solo segmento, pero se debió en gran parte a los efectos de base, dijo IBGE.

Las perspectivas para el sector de servicios, sin embargo, siguen arruinadas por la COVID-19. Los últimos datos de la encuesta que la confianza y la actividad de los gerentes de compras en el sector se desplomaron en marzo.