La integración financiera de América Latina y el Caribe ha sido un objetivo buscado durante décadas por los países de la región. La idea detrás de esta integración es promover el desarrollo económico y fortalecer la estabilidad financiera, a través de la cooperación y la coordinación entre los países latinoamericanos. La actual jerarquía de monedas pone una moneda nacional, el dólar, como la moneda de reserva internacional, mientras las monedas de los países subdesarrollados son consideradas no convertibles. Por lo tanto, relaciones de comercio bilaterales son afectadas por decisiones de la política monetaria de un tercer país, naturalmente afectada por cuestiones domésticas. De esta manera, la búsqueda por más integración monetaria regional podría ampliar la resiliencia a los choques internacionales e impulsar el comercio e inversiones de estos países. Un sistema de compensación de pagos caminaría en este sentido de ampliar la soberanía y fortalecer la gobernanza de estos países acerca de su propio desarrollo socioeconómico, disminuyendo las limitaciones impuestas por la volatilidad del mercado financiero internacional.
Una de las iniciativas implementadas en la región fue el Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE). El SUCRE funcionaba como una unidad de cuenta común para liquidar transacciones comerciales bilaterales entre los países miembros, que incluye a Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. Este sistema procuraba suplantar el uso del dólar estadounidense y reducir costos transaccionales asociados al mismo. Sin embargo, el SUCRE no logró alcanzar plenamente sus objetivos. Hubo varios desafíos que no facilitaron su implementación efectiva, uno de los principales fue la falta de confianza en la iniciativa y las diferencias en las políticas económicas y monetarias de los países miembros. Además, de la falta de infraestructura financiera y la limitada participación de otros países.
Otro ejemplo de integración financiera en América Latina es el Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos (CPCR) creado por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) con el objetivo de facilitar los pagos y las transacciones comerciales entre los países miembros. El CPCR funciona como un mecanismo de compensación multilateral, donde los países participantes pueden saldar sus deudas y créditos utilizando una unidad de cuenta común, lo que reduce los costos asociados con las transacciones en moneda extranjera. El CPCR ha demostrado tener mayor éxito que el SUCRE en términos de integración financiera, actualmente cuenta con la participación de 12 países miembros y continua operativo.
A pesar de los avances logrados a través del SUCRE y el CPCR, la integración financiera en América Latina aún enfrenta desafíos significativos. Uno de los principales es la falta de armonización de las políticas fiscales y monetarias entre los países. Además de la falta de infraestructura financiera y la volatilidad económica en la región.
En tal sentido, es importante considerar experiencias extrarregionales que pueden servir de referentes, con sus buenas prácticas, que apoyen en superar diversas dificultades de implementación. Por ejemplo, Asia cuentan con la Unión Asiática de Compensación (ACU, por sus siglas en inglés), la cual, es un acuerdo de pagos multilaterales que periódicamente compensa los débitos y créditos acumulados por cada miembro contra los otros miembros en el proceso de comercio y otras transacciones.
Estos arreglos multilaterales de compensación o pagos facilitan el uso de monedas nacionales, por lo tanto, sirven para mitigar las restricciones cambiarias de los miembros. La ACU se estableció en 1974 y cuenta con nueve miembros: Bangladesh, Bután, India, Irán, Maldivas, Myanmar, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Según las estadísticas más recientes, en 2020, el volumen de operaciones (en una dirección más intereses devengados) registrado en la Secretaría de la ACU alcanzó los USD$9.302,22 millones, reflejando una disminución de 14,63% respecto a 2019. El total de transacciones (incluyendo cobros, pagos e intereses devengados) canalizadas a través del mecanismo ascendió a USD$18.604,4 millones.
Otro mecanismo a considerar es el Sistema Africano de Pagos y liquidaciones (PAPSS, por sus siglas en inglés), el cual fue establecido en 2005 por el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Central Africano, el cual tiene como objetivo mejorar la eficiencia y seguridad de los sistemas de pago en el continente africano. El PAPSS opera un sistema de liquidación bruta en tiempo real que permite a los bancos participantes liquidar sus transacciones de manera expedita y segura.
Además de facilitar las transacciones financieras, tanto ACU como PAPSS desempeñan un papel importante en la promoción de la integración económica de sus regiones. Al proporcionar una plataforma común para la compensación de pagos, estas organizaciones fomentan la colaboración entre los países miembros y promueven el comercio y la inversión intrarregional.
En síntesis, para lograr una mayor integración financiera en América Latina, resulta pertinente conocer las experiencias implementadas en otras regiones y cómo éstas han logrado superar los diferentes obstáculos existentes. En este sentido, la Secretaría Permanente del SELA dada la importancia del tema y en cumplimiento del Programa II: Facilitación del Comercio – Actividad 5 “Taller para analizar experiencias en torno a sistemas de compensación de pagos desde una perspectivas comparativa con Europa y Asia” de su Programa de Trabajo 2022 – 2026, propone realizar una reunión presencial con expertos en los temas antes expuestos para profundizar las discusiones y disertaciones en torno a las distintas experiencias mencionadas. Puesto que, la integración financiera requiere fortalecer la cooperación entre los países miembros y promover la armonización de las políticas fiscales y monetarias. Así como una mayor inversión en infraestructura financiera y una mayor participación de países latinoamericanos en los mecanismos de integración financiera.
En consecuencia, el SELA considera que se debe abordar el tema en profundidad, sin embargo, debe ser en inicio conceptualizado desde una perspectiva académica que permita profundizarlo posteriormente, desde una perspectiva práctica, recogiendo experiencias que se vienen aplicando en diferentes partes del mundo, en especial en Europa, como primer ejemplo de la profundización de la integración financiera que permite a esta región formular una alternativa regional al comercio internacional.
Organizaciones públicas con incidencia en la ejecución de transacciones internacionales, así como ámbitos académicos y sector público, cuyo objetivo o actividades estén destinadas a la promoción de los sectores exportadores.
En el marco del XXVII Congreso Internacional del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD)
Fecha: 22 de noviembre de 2023
Hora: 15:00 a 16:30
Modalidad: Presencial / virtual
Lugar: Palacio de las Convenciones de La Habana
Idiomas: Portugués y español.
Miércoles 22 de noviembre 2023 | |
15:00 – 15:10
3 minutos por persona. |
Bienvenida y reflexión inicial
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15:10 – 15:50
10 minutos por persona. |
Sesión I Parte 1. Experiencias extrarregionalas de integración financiera: estrategias para superar obstáculos: Experiencia de la República Popular de China Moderador: Pedro Silva Barrios, Coordinador de Proyecto de Integración Regional del Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (IPEA) – Brasil
Parte 2. El sistema de compensación de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI)
Parte 3. La integración financiera como pilar para el crecimiento económico de América Latina y el Caribe – Sistema de pago en moneda local.
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15:50 – 16:30 |
Sesión preguntas y respuestas |